Desde mi punto de vista el gesto
es un movimiento de algo que comunica
un significado. Sin importar que sea un movimiento de la cara, de la mano o
inclusive de la sociedad. Esto me lleva a pensar, ¿qué es un movimiento? Dado
que no es el lugar para reflexionar sobre lo que es un movimiento, posiblemente
será mejor que acote un poco más la definición de gesto, tal vez si ubicamos al
gesto como únicamente algo que expresa un significado podamos pensarlo de
manera más sencilla. De esta forma, si el gesto es sólo algo que comunica,
podemos entenderlo como una unidad básica de la comunicación. Es así que el
gesto podría ser desde una gran obra de arte hasta una palabra.
Ahora bien, durante la sesión
pasada experimentamos con la noción de
gesto sonoro. Desde mi punto de vista quiere decir que tendríamos que explorar
elementos sonoros que comunicaran cosas. Fue así que realizamos ciertos
experimentos a partir del sonido. La plataforma de los gestos sonoros serían
textos cortos. La idea era transformar la noción de texto, dejar de entenderlo
como significado tejido a la palabra para comprenderlo como ritmo y sonoridad.
Nos dividimos en grupos que debían explorar un tipo de tiempo. Con estas
directrices, cada grupo buscó hacer el texto sonido.
¿Cómo transformar el texto en
sonido? Pues bien, a mi parecer debíamos de eliminar cualquier tipo de
significado unido al texto. Las palabras deberían dejar de ser unidades
semánticas para ahora convertirse en
unidades sonoras. Cada equipo recurrió a
diferentes estrategias para eliminar significados. Desde la repetición hasta la
aleatoriedad de palabras al unísono. Fue sí que poco a poco las palabras
perdieron significado.
Esto no quiere decir que los
sonidos generados a partir del texto no tuvieran significado, si regreso a que
el gesto necesariamente comunica algo, el sonido debía expresar. Sin embargo,
debía transformar su significado arraigado en campos semánticos determinados
para conformar, en mi opinión, recursos estilísticos sonoros.
Esto quiere decir que la palabra como
acontecimiento de la comunicación se transformó durante el tiempo que duraron
los experimentos. Desde mi punto de vista, cada grupo en diferente medida, logramos
generar nuevos signos. Las palabras dejar de estar unidas a sus significados
tradicionales para entablar nuevas relaciones con significados nuevos. Creo que
esto era el objetivo del ejercicio: generar nuevas relaciones entre signos con
su propia semántica. Al descontextualizar la palabra logramos dislocar
relaciones semánticas fijas y pudimos trasponer nuevas semánticas.
¿Qué significaba ahora la
palabra? Pues fue lo que intentamos descubrir. Cada grupo intentó generar sus
propias relaciones de significado pero debido a la brevedad del experimento
creo que esas nuevas relaciones no lograron fijarse en semánticas
estables. Tal vez por medio de la
repetición de los experimentos encontremos
que significa guayaba, silencio, azar o televisión mexicana. Por ahora basta decir que estas ya nos son
palabras sino sonoridades en busca de su propio significado.
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